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Cada 21 de septiembre se festeja en Argentina el Día del Estudiante, una fecha que coincide con la llegada de la primavera y simboliza el renacer y la renovación. Esta jornada es dedicada a los estudiantes de todos los niveles educativos, desde primaria hasta la universidad. Es común ver eventos deportivos, festivales, picnics y actos culturales organizados por las instituciones educativas que brindan un espacio para que los estudiantes disfruten y festejen su rol en la sociedad.

Además de las celebraciones, el Día del Estudiante en Argentina también sirve como un momento de reflexión sobre la importancia de la educación y los desafíos que enfrentan los jóvenes en su formación. Los estudiantes suelen aprovechar esta fecha para expresar sus demandas y reivindicaciones para mejorar las condiciones educativas y asegurar un acceso más equitativo a las oportunidades de aprendizaje. Así, el 21 de septiembre no solo es una jornada de alegría y festividad, sino también una ocasión para valorar el esfuerzo y la dedicación de los estudiantes.

¿Por qué se festeja el 21 de septiembre?

Esta jornada se festeja en honor a Domingo Faustino Sarmiento, expresidente y referente de la educación argentina. Durante su presidencia creó más de 800 escuelas en el país y promovió el desarrollo y capacitación docente. Asimismo, fundó la Biblioteca Nacional de Maestros, impulsó la alfabetización, promovió la educación pública, gratuita y obligatoria, y logró aumentar el alumnado del país de 30.000 a 110.000 presentes.

El Día del Estudiante se estableció en 1902, cuatro años después de la muerte de Sarmiento. El presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras, Salvador Debenedetti, fue quien eligió el 21 de septiembre para esta celebración, porque fue la fecha en que llegaron los restos del sanjuanino a la Argentina en 1888, luego de haber fallecido a los 77 años en Asunción, Paraguay. En ese entonces, se realizó una ceremonia en su casa de estudios, que luego fue repetida anualmente.