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El Fortín ganaba 2-0, pero el Xeneize lo remontó 3-2. En los minutos finales, Agustín Bouzat marcó un doblete para sentenciar el resultado 4-3 en favor del equipo de Liniers, que el 11 de diciembre disputará el partido decisivo ante Central Córdoba por el título.

Un partido inolvidable

Fue uno de esos partidos que se dan cada tanto, que regalan goles, emociones, drama, alegrías y tristezas. Porque Vélez se puso rápido en ventaja con el gol de Pizzini y con el tanto en contra de Figal. Boca se quedó con uno menos por la expulsión de Advíncula (séptima roja para el Xeneize en 13 partidos de eliminación directa). Contra las cuerdas, reaccionó. Y entonces Cavani, Zeballos y Belmonte, en ese orden, pusieron las cosas 3 a 2. Parecía que la estirpe xeneize era suficiente para la clasificación a la final, en una remontada de carácter épico. Pero Boca se replegó, intentó cerrar el partido; esa jugada no le salió bien. El Fortín fue por más, y no sólo logró el empate, sino que se quedó con el premio mayor gracias a dos tantos de un exBoca: Agustín Bouzat. La derrota es un golpe duro para el Xeneize, que ve como se le empieza a escurrir la chance de jugar la Libertadores del año próximo. Vélez, en un gran año, va por el doblete: Liga Profesional y Copa Argentina.