Eduardo Quattropani falleció ayer, dejando vacante uno de los puestos centrales de la Justicia.
Tras la muerte del Fiscal General de la provincia, Eduardo Quattropani, empezó un proceso histórico que no tenía lugar desde hace 32 años. Es que “Jimmy”, como era conocido, ocupaba el cargo vitalicio desde los ’90, por lo que no había sido necesario. Su partida, además de causar conmoción debido a que era una de las personas de mayor peso en Tribunales, inició dos procesos en simultáneo para encontrar a su sucesor. En principio, era necesario el nombramiento por parte del Ministerio Público Fiscal de un subrogante, es decir alguien que ocupe el cargo garantizando el funcionamiento como hasta ahora del organismo, sin que se resienta el servicio. La elección del próximo jefe de los fiscales, en cambio, requiere un largo proceso que involucra otros poderes del Estado.
Quattropani era la cabeza del Ministerio Público Fiscal, un órgano que se encuentra dentro de la estructura del Poder Ejecutivo, pero tiene independencia. Si bien la cabeza de la estructura de Tribunales es la Corte de Justicia, aportaba equilibrio de poder interno. Según la normativa, esta institución debe “actuar en defensa del interés público y los derechos de las personas, procurar ante los Tribunales la satisfacción del interés social y custodiar la normal prestación del Servicio de Justicia”. El fiscal, como principal autoridad, fue noticia muchas veces por cruzar con sus opiniones a cortistas y todos los jueces.
Con todas estas funciones, no pasaron ni 24 horas desde que desde el propio ministerio iniciaron el primer paso para mantener el esquema funcionando. Es que ante la muerte del Fiscal General, es necesario nombrar a un subrogante, que cuenta con todas las atribuciones del cargo. Había dos personas que podían asumir este rol: los fiscales de Cámara Daniel Galvani y Silvina Gerarduzzi. A media mañana de ayer, hubo un sorteo entre ambos y el primero salió como quien se hará cargo del puesto, hasta que haya un nombramiento definitivo.
Para conocer quién será el sucesor todavía resta otro proceso que es de mayor complejidad. Este no se realiza desde el año 1993, ya que el Fiscal General permanece en su cargo “mientras dure su buena conducta y cumplan las obligaciones legales”, dice la ley. Estas serán las condiciones para el próximo jefe del Ministerio Público. Pero, sobre todo, deberá contar con el apoyo del Consejo de la Magistratura y de la Cámara de Diputados.
El proceso para que haya nuevo fiscal empezará cuando la Corte de Justicia le avise formalmente al Consejo de la Magistratura que el puesto está vacante. Este primer paso es inminente, ya que si bien no tienen plazo se espera que sea pronto. El segundo órgano, compuesto por integrantes de la Corte, la Cámara de Diputados, el Ejecutivo y el foro de Abogados, deberá proponer candidatos. Cuando estén las ternas, empezarán las entrevistas en la Legislatura y luego la votación en el Poder Legislativo, ya que en este se definirá quién es el sucesor. Para esto tienen 90 días, o la Corte puede nombrar un reemplazo provisorio.
> El defensor de los fiscales locales
Eduardo Quattropani murió ayer a las 4:40 luego de atravesar una larga enfermedad, por la que estuvo más de tres meses internado. Su partida fue un cimbronazo en la Justicia, donde era uno de los pesos pesados por su cargo, pero también por su estilo. El jefe de los fiscales tenía un tono más político y directo que el de la mayoría del Poder Judicial, era una de las voces más potentes que criticaba, por ejemplo, las rutinas de trabajo en Tribunales