La sangría española es una de las bebidas más internacionales de nuestro país y es que no hay lugar al que vayas donde no te entiendan cuando dices la palabra “sangría”.
Se sirve muy fría y es ideal como bebida refrescante para el verano. La sangría de vino, sin duda, es sinónimo de alegría, amigos y fiesta, un producto símbolo de la gastronomía española junto a las tapas españolas, y por supuesto, el jamón.

Qué es la sangría española
¿Sabías que el nombre de sangría está relacionado con la palabra sangre? Y es que la sangría destaca por su color brillante y sin duda, su sabor y sus matices representan a la perfección el carácter fogoso y apasionado de los productos típicos ibéricos. ¿Y qué particularidades tiene?
Pues bien, la sangría es una bebida alcohólica 100% española que se prepara a base de vino, fruta, licor y azúcar, pero por supuesto, ¡Tiene historia!
Existen dos historias que explican los orígenes de la sangría, en la primera nos ubicamos en 1800 y encontramos la primera sangría nacida de la necesidad de los campesinos españoles y portugueses por refrescarse durante sus largas jornadas de trabajo aprovechando los productos que tenían a mano como vino, melocotones, manzanas y cítricos.
Por otro lado, nos vamos más atrás, al 1700 y nos encontramos una historia con creatividad y contrabando, donde los protagonistas, los marineros británicos, idearon una forma de pasar licor de forma inadvertida (simulando zumo de frutas) mezclando ron con miel, especias y trozos de frutas locales.
A lo largo de los años esta bebida se ha convertido en un reclamo para los turistas que acuden a las tierras españolas y un símbolo indiscutible de nuestra gastronomía. Además, la sangría ocupa el puesto 11 en el ranking de las mejores bebidas del mundo según la CNN.
En Argentina fue bien recibida por sus raices españolas .
